sábado, 4 de noviembre de 2017

Anti nocturno


El insomnio, furtivo,
se me mete en los huesos
y, tras haber contado
sin éxito un sinfín
de ovejas con la idea
de volver, si así fuese
posible, a conciliar
el sueño, me decido
a escribir un nocturno
para matar el tedio.
Y escribo "las estrellas
están en huelga de hambre
y celo desde el día
aquel..." y no me gusta
y lo borro y empiezo
de nuevo: "Las estrellas..."
y me atasco y lo borro
y escribo "Noche oscura
de fiebre y de tormenta
y murciélagos sordos
con sus horas contadas..."
Y me digo "qué mierda"
y lo borro y, entonces,
suena el despertador
y de un salto me salgo
del nocturno y la cama
y defeco y me ducho
y me afeito y me lavo
los dientes y me envuelvo
en mi sudario gris
para, aún en lo más hondo
de la noche, ir al curro.

1 comentario:

Carlos dijo...

Los sábados no se debe trabajar, y menos después de estas pesadillas tan lúgubres. Salud y forza el canut