Estimada Raquel, lo primero que mencionaste es que Sevilla es la ciudad con mayor número de poetas universales por habitante. Y uno se emociona cuando cuentas que en la ciudad de San Juan de Puerto Rico hay una barriada con nombres de las rimas y leyendas del inmortal Gustavo Adolfo Bécquer. ¡Y aquí, que casi ha pasado desapercibido su aniversario¡. Y cuando hablas de Manuel Machado y su hermano Antonio, me gustaría decirte que hay que irse hasta una glorieta recóndita del Parque de María Luisa para verlos juntos en un monumento. ¡Nadie es profeta en esta tierra y mucho menos sus poetas¡ Lo que percibe el turista son muchos monumentos a toreros famosos -e incluso a la abuela del rey -, junto a la Plaza de Toros y el río Guadalquivir. Monumentos a hombres de armas como Fernando III en la plaza del Ayuntamiento o El Cid –en los jardines del Prado-. La única excepción honrosa, créeme, son los pintores Murillo y Velázquez. Tras disculparte por el pequeño volumen de decibelios de tu voz, vas desgranando con un tono quedo pero modulado con pausas significativas y una profunda sensibilidad –la de tu volcán interior-, uno tras otro, los versos seleccionados del poemario. Y, al final, alguien te susurra: ¡Nos tenías embobaitos, como si escucháramos una nana para dormir a los niños¡ Y das una gracias escuetas y tímidas, pues sigues tan humilde como siempre. Y también, alejada de los catedráticos del Departamento de Literatura y de otros personajillos del Sanedrín de la cultura oficial sevillana. Allí, en plena Isla de Siltolá, (mira que es bonita la pajolera librería) sólo había mujeres y hombres de todas las edades con vocación de poetas y tu libro bajo el brazo, anhelantes de una breve charla contiguo y de su dedicatoria personal, tan eterna como tu poesía.
(¢) Carlos Parejo Delgado
3 comentarios:
Mmmmm.. pero qué cosa más bonita la que le habéis escrito ( tú o quien sea) a esta mujer de paseo por Sevilla, se emocionaría si lo leyera, ojalá sí. Tan entrañable como sincero y precioso.
Un besito!
No es exagerado, fue así de lindo
¡Vocación de poetas, equivocación de poetas!
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