Jamás nunca una opinión
-bueno, dos exactamente-
resultó tan influyente
como precio de un sillón.
Gel, vaselina y jabón,
un poner paños calientes,
un no problem reverente
ante cualquier petición.
No hay que dar a los enfrente
la más mínima ocasión
de poner una moción.
Por eso lógicamente
hace piña el buen regente
y está a partir un piñón.
Texto e ilustración: Agustín Casado
No hay comentarios:
Publicar un comentario