Cada vez que comienzo
a engendrar un poema,
abro, sobre otra abierta,
una interrogación
que no se cierra, no,
que no se cierra.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
La inspiración tiene sus horas y momentos. Las musas son muy huidizas
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