sábado, 8 de octubre de 2011

El sueño de un anhelo derrotado


tras un golpe que vierte de sus venas
la más postrer gota de sangre y fe
renuncia a ser ariete exhausto y ve
entonces caer los muros las almenas

atónito en el ruido . de sirenas
un canto que lo exhorta inventa . ¡vé!
y se alza su cadáver roto en pie
de nuevo en su delirio a duras penas

y cae y se levanta y cae se arrastra
ajeno al falso sueño que lo lastra
e impide que conquiste su destino

y al cabo cuando al alba se despierta
no es más que un terco espectro el alma yerta
deshecho su esqueleto en el camino

2 comentarios:

erato dijo...

Maravillosamente triste.Abrazo

Poetas argáricos dijo...

Deshacernos del cuerpo nos podría liberar de muchos deseos y decepciones, pero al fin, ¿qué haríamos sin ellos?
Abrazos