martes, 18 de octubre de 2011

Manzana envenenada (II)


me afano en estos versos casi mudo
y no sé qué decir no sé qué digo
le falta fe a mi verbo por abrigo
y tiembla igual que un esquimal desnudo

quiero decir no sé y se hace un nudo
en mi garganta y aire no consigo
para decir no sé y ahogado sigo
te-te - te-te temblando tartamudo

no supe sé o sabré qué cómo o cuándo
dije ayer digo ya o diré mañana
o si esto es salmo o ruido tiritando

no sé si prodigioso infante mana
la idea en estos versos o quedando
en nada este soneto salió rana

4 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

¿Terapia a base de sonetos? A mí acaban por enloquecerme... Muy bueno.

Besos.

Paloma Corrales dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Friki dijo...

Puesssss nada, esperaremos que irrumpa el verbo, así, sentaditos en esa sillita tan guay que nos has colocado debajo. Aunque no sé yo, que
con eso del magma alborotado que tenemos, igual salimos por los aires..
te-te-te-temblando jejeje


Besotes

Anónimo dijo...

Qué bien refleja el problema de la inspiración creadora para el artista cuando, como dice Serrat, las musas están de vacaciones, y la palabra no sale fluida y el artista se siente taratamudo