Ser marino es un arte
que hoy día no requiere
de mares ni sextantes.
Basta con que dispongas
en tus redes de una horda
de marrajos sin seso
haciéndote la ola.
Menudo maremoto
este que acabará
sumiendo en el olvido
a Moby Dick, Ahab,
Paul Valéry y el arte
sin par del portulano.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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