sábado, 8 de noviembre de 2014

Fábula

Bah, están verdes —se dijo.
(Aquellos ojos verdes
en sazón, amadísimos,
negándose a mirarlo)

1 comentario:

Carlos dijo...

Quiñen tuviera ojos verdes como los de mi madre y mi bisabuela. Parece un premio gordo que sale escasito según las leyes de Mendel