La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
lunes, 10 de agosto de 2009
La persuasión de los ocasos
En asunto de náuseas comulgo con Girondo;
Así que no te cortes:
Que no quede en tu estómago famélico
Ni un átomo marchito, a pan y agua,
De flora o espantajo intestinal;
Deshazte de la sangre amoratada
Que corre prisionera por tus venas;
Destierra los gemidos que en tu boca
Insuflan aire hastiado a tus pulmones;
Y arranca la cabeza a la esperanza
Que yace en la ebriedad de tus crepúsculos.
Arroja al inodoro gloria y dioses.
¡Vomita,
----------- perro!;
--------------------- al cabo tus entrañas
Se encuentran ya vacías,
Y en tanta soledad se admite “vértigo”
Como ángel o animal de compañía.
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1 comentario:
Doy por válido el"vertigo" para tapar el agujero de la soledad, cuando vacios, hasta de razones, nos deja el vómito.
Besos
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