La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
lunes, 31 de agosto de 2009
Convulsión
El fuego sofocado arde de nuevo
y el gélido hipogeo de la piel
se incendia estremecido en sus cenizas:
espasmos dibujando en vientre y labio
el rictus del regreso de otra muerte.
Afternoon tea
Era la hora del té. Las finas tazas
De porcelana china, el té, el mantel,
Las pastas
Y el azúcar,
La leche, el agua en la tetera: todo
Con celo bien dispuesto...
Pero él,
Una vez más,
No vino.
(La arena en el reloj siempre marcando
La herida de las cinco de la tarde).
Ilustración: Afternoon tea, de Alexander Rossi.
domingo, 30 de agosto de 2009
Ω
Lo mismo que un caballo desbocado,
Relincho de cristal,
Cayó la noche.
La luna y las estrellas, asombradas
Y gélidas, pugnaban en lo oscuro
Por no otorgarle crédito al estrépito,
Y a luz daban aullidos apagados
Tratando de enfrentar a las penumbras
Destellos blancos.
Mas no era tiempo ya de lobos.
Como hormigón, como un caballo
Loco
Fraguó la noche.
sábado, 29 de agosto de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
A veces acontece que, en la noche,…
A veces acontece que, en la noche,
Un sueño que pensábamos ya exánime,
Se muestra aún vivo a golpes contra el muro
Que lo ata a su mazmorra sin efugio.
E irrumpe, hiriendo el tímpano, su aliento
Preñado por el yermo y melancólico
Latido terminal de la nostalgia,
Tragando asfixia, sal, aullando mudo.
Suceso es similar al arduo instante
Que media entre el silbido del acero
Y su álgido chasquido sobre el cuello
Que inerme se debate en el cadalso
Gimiendo por vivir, pero rogando
Que caiga ya, que caiga.
jueves, 27 de agosto de 2009
Orwell y el Sindicato de Obreros del Campo en Huelva
POCAS perversiones tan nocivas hay como la del lenguaje. Al cabo el lenguaje –no sólo entendido en el ámbito de lo oral, sino en otros muchos como el de lo gestual- es la vía que nos permite comunicarnos y, si éste se corrompe, la comunicación termina bien pronto por viciarse ante los altares de la confusión y la falacia.
Tal perversión y muchas de sus posibles consecuencias fueron expresadas de forma magistral por Orwell en su obra tal vez más conocida –1984- y la sociedad totalitaria que en ella describe.
Así, en la visionaria novela del genial autor británico, el Ministerio del Amor tiene como funciones la aplicación de castigos y la tortura, el de la Paz se halla esencialmente dedicado a tratar de perpetuar la guerra, el de la Abundancia se ocupa del racionamiento de bienes para procurar que el pueblo viva permanentemente en el umbral de la subsistencia, y el de la Verdad de manipular las evidencias históricas para hacerlas coincidir con las mentiras oficiales. Y todo ello usando como instrumento un nuevo idioma, la neolengua, en la que se reduce y corrompe el léxico con fines represivos dirigidos a evitar que el pueblo pueda pensar por si mismo.
No dejan de ser causa de desasosiego para aquellos que aún hoy día tratamos de permitirnos el lujo de querer pensar con cierta autonomía, las muchas coincidencias existentes entre la sociedad actual y la descrita por Orwell más de seis décadas atrás. Y, entre tales coincidencias, la abrumadora perversión del lenguaje a la que asistimos–como, por ejemplo, que los ministerios gestores de los asuntos del ejército de gran parte de los estados del mundo se denominen “de Defensa”- y que a base de repetir hasta la saciedad las mismas mentiras, terminan por hacérnoslas ver como ciertas. Una perversión que, yendo ya mucho más allá que en el universo orweliano, ha dejado de ser patrimonio exclusivo de los aparatos del Estado para atravesar a casi toda la sociedad en su conjunto.
Así, José del Toro, líder en la provincia de Huelva del antaño, según dicen, combativo Sindicato de Obreros del Campo, se atavía a modo de fiel lacayo del Gran Hermano para alinearse con y servir a un capital que desde siempre se ha nutrido con gula tanto de la destrucción del medioambiente como de la explotación de los trabajadores. Y lo hace anunciando la próxima constitución en la provincia de una supuesta Plataforma en Defensa del Eucaliptal.
¿Defensa o guerra?, ¿convivencia pacífica entre el cultivo industrial del eucalipto y las especies forestales de nuestro monte mediterráneo, así como entre aquellos que viven de aquél o de éstas, o agresión sin medida contra el monte mediterráneo?, ¿verdad o manipulación?... Lo cierto –no las soflamas interesadas, egoístas, partidistas y falaces de del Toro- es que los fines de tal plataforma –que son casi exclusivamente los de ENCE y en ningún caso los de sus trabajadores- no son para nada defensivos y lo único que pretenden es dejar las manos aún más libres a la empresa para continuar perpetrando su aberrante e impúdica agresión contra las masas forestales autóctonas de la provincia y aquellos que han vivido o podrían vivir en el futuro de su aprovechamiento sostenible. Una agresión para la que ENCE, con el falso argumento de la defensa del empleo, ha terminado tomando subliminalmente como rehenes a los trabajadores que de un modo y otro viven del eucalipto, los cuales, atenazados por alguna especie de síndrome de Estocolmo y la pútrida verborrea de personajes como del Toro –que tras su máscara sindical no defienden otra cosa que no sean los intereses empresariales-, han terminado por creer ver la verdad donde no hay más que mentiras, prosperidad en unas prácticas que a no muy largo plazo no traerán más que miseria, y a un enemigo a batir en el monte mediterráneo y sus defensores, cuando lo que habría que procurar es la más que posible compatibilización entre el mantenimiento del alcornoque y la explotación del eucalipto. Algo que, si no se ésta produciendo, sólo puede obedecer a motivos –o (sin)razones- que alguien desea mantener ocultos. Quién sabe, quizá el Gran Hermano esté tratando de buscar falsos culpables para perpetrar sus oscuros y abominables “planes de futuro”. O de sin futuro para muchos.
Así que, si Orwell escribiese ésta historia, no sería de extrañar que, en la misma, del Toro, como premio a los favores prestados, terminase ocupando un alto cargo en un nuevo ministerio en el que se refundirían los del Amor, la Paz, la Abundancia y la Verdad. Porque sus declaraciones acerca del tema de unos meses a esta parte, no destilan más que odio y agresividad, y sus postulados, asentados en la repetición compulsiva de la mentira, podrían terminar condenando a la miseria tanto a los trabajadores del corcho y el alcornoque, como a los del eucalipto y la pasta de papel. ¡Heil del Toro!
miércoles, 26 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
ENCE y la falacia publicitaria
“La industria del bosque”; éste es uno de los eslóganes con más peso en la configuración de la imagen corporativa del Grupo ENCE: mercadotecnia impúdica que se alimenta con gula en la falacia. Porque la actividad de ENCE, al menos en la provincia de Huelva, nada tiene que ver con la conservación y el buen manejo de nuestros bosques y sí muy mucho con la implantación de un agresivo cultivo de carácter industrial que, a modo de plaga, allí donde llega, devora hasta el último gramo de un patrimonio forestal cada vez más escaso y ofendido y cuya pérdida no debiera permitirse bajo ningún tipo de circunstancias.
Pero, como una imagen vale a veces más que mil palabras, aquí dejo unas fotografías –cortesía de Juan Romero- en las que se ponen de manifiesto las barrabasadas que, con la connivencia de las autoridades ambientales andaluzas, ha venido perpetrando ENCE contra las masas de alcornoque que hubo hasta antes de su intervención en la finca Mascote, sita en el término municipal de Berrocal y en pleno corazón del Paisaje Protegido del Río Tinto.
Pero, como una imagen vale a veces más que mil palabras, aquí dejo unas fotografías –cortesía de Juan Romero- en las que se ponen de manifiesto las barrabasadas que, con la connivencia de las autoridades ambientales andaluzas, ha venido perpetrando ENCE contra las masas de alcornoque que hubo hasta antes de su intervención en la finca Mascote, sita en el término municipal de Berrocal y en pleno corazón del Paisaje Protegido del Río Tinto.
Al pie de la estampida
domingo, 23 de agosto de 2009
Intrascendencia
Cosmología
sábado, 22 de agosto de 2009
(des)Ilusión óptica
-Es tarde;
- - - - - - - - ¿no amanece?
-Descorre las cortinas
A ver qué es lo que pasa.
-¡Ya nunca más la luz!:
Nos han robado el alba.
-Mas ¿tal cosa es posible?
-¡Lo juro por mis ojos!;
Tapiaron las ventanas.
(Saliendo a los umbrales,
Atónita y cansada)
-Ni la luz
- - - - -- - - ni la aurora:
Robaron la esperanza.
(Hundidas las pupilas
En las vastas penumbras
Del ayer sin mañana,
En la calle, al unísono,
Un orfeón de niños
Este arduo trabalenguas,
Monótono, entonaba:
“El cielo está enladrillado, quién lo
Desenladrillará…”)
Ilustración: Orfeo y Eurídice, de Louis Ducis.
viernes, 21 de agosto de 2009
Zigurat
Volver a la palabra, al verbo, a un nombre,
Vedados a estos labios que, sedientos,
Lamiendo están la sal de las estatuas,
Rodeados por la bruma en su atalaya.
Anclado en los dialectos no hay escalas
Que lleven al enigma indescifrable,
Esencia evanescente sin semilla
Que, pútrida, conforma ensueños vanos.
Trepanados los tímpanos
Y la lengua enhebrada en la garganta,
Regresar a la música,
A los sones celestes que diluye el ocaso;
Volver al tabernáculo humeante
Donde arman su entelequia los idólatras
Sin miedo a consumar la profecía.
jueves, 20 de agosto de 2009
Amor platónico
Tras una larga noche danzando al paso que en todo momento le marcaron las Ménades, la resaca resultó brutal al alba. No obstante, ni esa ni ninguna otra mañana podía permitirse dejar de ejecutar la labor que le había deparado el destino. Por otra parte -"¡qué demonios!"-, su condición de dios lo hacía infalible. Aun así decidió que no era mala ocasión para hacerlo por primera vez sin venda en los ojos; la visión de lo cierto nubló todos sus sentidos. Con el primer flechazo le destrozó el sexo. Había sucedido lo que no parecía posible: había fallado. Encolerizado por la irreverente aberración perpetrada, armó de nuevo el arco; esta vez no falló.
miércoles, 19 de agosto de 2009
La mujer estaba desnuda (un poema de José Ángel Valente)
LA MUJER estaba desnuda.
Llegó un hombre,
descendió a su sexo.
Desde allí la llamaba
a voces cóncavas,
a empozados lamentos.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - Pero ella
no podía bajar
y asomada a los bordes sollozaba.
Después, la voz, más tenue
cada día,
ya se iba perdiendo en remotos vellones.
La mujer sollozaba.
Tendió grandes pañuelos
en las lámparas rotas.
Vino la noche.
Y la mujer abrió de par en par
sus inexhaustas puertas.
lunes, 17 de agosto de 2009
Nana de la despojada
domingo, 16 de agosto de 2009
En dique seco
Bajo un cielo plomizo como mármol,
Cautivo en el sudario de las olas,
Me afano en divisar cualquier vestigio
Que pueda mantener mi aliento a flote.
Y entonces se alza nítido el espanto
Que estalla hecho verdad con el azogue:
Jamás hubo bajel, telar ni canto
De sirenas, jamás hubo un naufragio;
Y el agua salitrosa, oscura y densa
Que anega, deletérea, mis pulmones,
No es la mar, son mis lágrimas.
sábado, 15 de agosto de 2009
Profecía
jueves, 13 de agosto de 2009
miércoles, 12 de agosto de 2009
Impudicia
He visto la verdad desnuda,
Famélica y sin nombre,
Exangüe sobre el barro de un milagro
Sin aliento,
------------------ con años y costillas
Marcados en la piel como el augurio
De un negro vendaval de nieve en polvo.
He visto el sexo estéril de la noche,
Inmundo, contagiando los sentidos,
Venérea violación de la esperanza.
He visto el duro pan del sacrificio
Negado a transmudarse en cuerpo y calma.
He visto a dios, efímero espejismo,
Con saña amordazando la palabra,
El cántico, el gemido, vino y sangre.
He alzado la mirada al alto cielo,
Infausto lupanar de éxtasis falso,
Y no he visto el amor, sólo la muerte.
lunes, 10 de agosto de 2009
Decir no... (un poema de Idea Vilariño)
La persuasión de los ocasos
En asunto de náuseas comulgo con Girondo;
Así que no te cortes:
Que no quede en tu estómago famélico
Ni un átomo marchito, a pan y agua,
De flora o espantajo intestinal;
Deshazte de la sangre amoratada
Que corre prisionera por tus venas;
Destierra los gemidos que en tu boca
Insuflan aire hastiado a tus pulmones;
Y arranca la cabeza a la esperanza
Que yace en la ebriedad de tus crepúsculos.
Arroja al inodoro gloria y dioses.
¡Vomita,
----------- perro!;
--------------------- al cabo tus entrañas
Se encuentran ya vacías,
Y en tanta soledad se admite “vértigo”
Como ángel o animal de compañía.
sábado, 8 de agosto de 2009
Espejismo
Huelen las calles a desierto en flor,
A ensueños carmesí, dama de noche
Y a ese murmullo que el arroyo deja,
Agreste laberinto entre las rocas,
Labrando mil caminos a su paso.
Desde la arena roja como fuego,
Vertida desangrada en el asfalto,
Emerge un son celeste que, en su lecho,
Conjura nubes, pájaros y flores:
Qué insólito sabor a amanecidas,
A rocío en los labios, a adoquines gastados.
La explosión de color lo inunda todo;
Su onda expansiva quiebra las aceras,
Horada las fachadas, los cristales,
Calando de ilusión la piel descalza
Del nómada que arrastra, duna a duna,
La sal que lo cautiva como ergástula:
Se quiebran los grilletes y cadenas
Abriendo un paso franco hasta el oasis.
(Mas trata de abrazarlo y se dispersa
Colmando la ciudad de sed y cuarzo).
miércoles, 5 de agosto de 2009
martes, 4 de agosto de 2009
Embrutecimiento
Salmo
lunes, 3 de agosto de 2009
Cuadrados y ángulos (un poema de Alfonsina Storni)
domingo, 2 de agosto de 2009
Plomo en el alma
Del útero materno de la noche
La luz nace; se expande en los espejos
Que, atónitos, contemplan el prodigio
Del alba matizando de celeste
La sima sin color del firmamento.
La luna y las estrellas se consumen
Al pie del simulacro en que se alumbran:
Liturgia sin altares ni hornacinas
Que estalla como pólvora enclaustrada
Hiriendo a la razón con sus esquirlas.
¡Qué inmensa catedral caduca y fría!
Al sur del horizonte a tumba abierta
Se cierne como arenas desgastadas,
Hurtando a uñas y dientes la esperanza,
El fiero halcón de los amigos muertos.
Carroña en su deriva, esta paloma;
Las alas de las horas son ceniza,
Y abajo, en los abismos, un mar negro,
Voraz caleidoscopio de lo ignoto,
Crepita turbios sones de sirenas.
¡De nada vale atarse en corto al mástil!;
Toda luz es simiente de sombras,
Efímero espejismo suplantando
La adusta eternidad de la cizaña
(No obstante, hiere tanto, que el dolor,
Urdiendo en su corola sin aliento
Un cuántico redoble de revólveres,
Reclama pedernales contra el vidrio).
La luz nace; se expande en los espejos
Que, atónitos, contemplan el prodigio
Del alba matizando de celeste
La sima sin color del firmamento.
La luna y las estrellas se consumen
Al pie del simulacro en que se alumbran:
Liturgia sin altares ni hornacinas
Que estalla como pólvora enclaustrada
Hiriendo a la razón con sus esquirlas.
¡Qué inmensa catedral caduca y fría!
Al sur del horizonte a tumba abierta
Se cierne como arenas desgastadas,
Hurtando a uñas y dientes la esperanza,
El fiero halcón de los amigos muertos.
Carroña en su deriva, esta paloma;
Las alas de las horas son ceniza,
Y abajo, en los abismos, un mar negro,
Voraz caleidoscopio de lo ignoto,
Crepita turbios sones de sirenas.
¡De nada vale atarse en corto al mástil!;
Toda luz es simiente de sombras,
Efímero espejismo suplantando
La adusta eternidad de la cizaña
(No obstante, hiere tanto, que el dolor,
Urdiendo en su corola sin aliento
Un cuántico redoble de revólveres,
Reclama pedernales contra el vidrio).
Ilustración: Gundega Dege.
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