martes, 23 de octubre de 2018

En la picota (XVIII)


los perros al servicio
de los cuervos ungidos
con óleos deletéreos
del color de la sangre
han urdido una hoguera
de cábalas y espinas
para quemar al ser
radiante que en redor
del hueso han alumbrado
la lluvia y el relámpago

1 comentario:

Carlos dijo...

Parece el libro del Génesis de San Juan