La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
lunes, 15 de noviembre de 2010
Masa
jamás el verbo
nunca
en su centro
admite
ser cobijo
recipiente
de yertas
ilusorias
engañosas
falaces
imposibles
contingencias
milagro
taumaturgia
vocablos hueros
como aliento y légamo
la magia
truco
gancho
de trileros
distracción ocular
mangas largas
hechizo
desmembrado
el centro es un conjuro
delimita
repele
separa
disecciona
disocia esencia y hechos
si digo amor
¿habrá un regazo un fruto
madurando en su centro?
si digo muerte
¿quebraré el silencio?
¿haré incendiarse el hielo?
¿galopar retirándose
a los cuatro jinetes
al estallar sin ritmo
en el centro del centro
el último jadeo?
la mera espera
yerra
cierra
sierra
liturgias
paganismos
lisérgicos
que en el centro del verbo
concentrado y opaco
no hallarán nunca el útero
para su estéril semen
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6 comentarios:
Se precipita hasta "el mismo centro del centro" ¡Fantástico!
Buenas noches.
El centro... como centro mismo...
Allí donde todo converge...
Escribes tan bien...
Besos a tu alma cielo!!
Te superas cada día, eres un vanguardista avant la lettre. Me quito el cráneo.
A la segunda lo entendí ( o eso creo), la clave: masa, falaces, vocablos hueros, gancho de trileros, paganismos lisérgicos...
Eva.
El centro es núcleo, fuente, comienzo.
Me encanta de encantamiento el destello de tu palabra.
Van besos corazón ardiente.
M.
Esto me recuerda a que si digo vida, muero
y si digo muerte vivo...
Pura contradicción, puro desengaño...
pura fantasía
pero en el fondo, es tan sólo esperanza...
Te dejo un beso
colgado
entre la vida y la muerte.
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