lunes, 15 de noviembre de 2010

Masa


jamás el verbo
nunca

en su centro

admite
ser cobijo
recipiente
de yertas
ilusorias
engañosas
falaces
imposibles
contingencias

milagro
taumaturgia
vocablos hueros
como aliento y légamo

la magia
truco
gancho
de trileros
distracción ocular
mangas largas
hechizo
desmembrado

el centro es un conjuro

delimita
repele
separa
disecciona
disocia esencia y hechos

si digo amor
¿habrá un regazo un fruto
madurando en su centro?

si digo muerte
¿quebraré el silencio?
¿haré incendiarse el hielo?
¿galopar retirándose
a los cuatro jinetes
al estallar sin ritmo
en el centro del centro
el último jadeo?

la mera espera
yerra
cierra
sierra
liturgias
paganismos
lisérgicos
que en el centro del verbo
concentrado y opaco
no hallarán nunca el útero
para su estéril semen

6 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Se precipita hasta "el mismo centro del centro" ¡Fantástico!

Buenas noches.

Alma naif dijo...

El centro... como centro mismo...
Allí donde todo converge...
Escribes tan bien...
Besos a tu alma cielo!!

Poetas argáricos dijo...

Te superas cada día, eres un vanguardista avant la lettre. Me quito el cráneo.

Anónimo dijo...

A la segunda lo entendí ( o eso creo), la clave: masa, falaces, vocablos hueros, gancho de trileros, paganismos lisérgicos...

Eva.

MaLena Ezcurra dijo...

El centro es núcleo, fuente, comienzo.

Me encanta de encantamiento el destello de tu palabra.


Van besos corazón ardiente.


M.

MeRieM dijo...

Esto me recuerda a que si digo vida, muero
y si digo muerte vivo...
Pura contradicción, puro desengaño...
pura fantasía
pero en el fondo, es tan sólo esperanza...

Te dejo un beso
colgado
entre la vida y la muerte.