La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
jueves, 11 de noviembre de 2010
Conjuro
La sed muda y desnuda del que, exánime,
arrastra sus muñones sin aliento
sobre una hirsuta alfombra de cristales.
Los ojos del silencio sepultando
las sombras de sus huellas anodinas.
La sangre, el alarido,
vertiéndose, infiltrándose, perdiéndose en la arena.
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2 comentarios:
Lo malo de clavarse los cristales es que cuando crees que los has sacado siempre te das cuenta que quedan más pedacitos rotos dentro...que siguen haciendo daño
Mientras quede una sola gota de sangre...
seguirás latiendo
y encendiendo almas con tu poesía.
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