sábado, 31 de julio de 2010

Tercera clase


Anclado en el andén,
¡me encuentro ya tan lejos!

Tatuadas con el polvo de la espera,
me miran las maletas con tristeza.
En su mirada muda aúlla un reproche:
que no exista ocasión para la vuelta.

Atónito en la herrumbre de las vías
y herido por tan hosco vituperio,
rebusco en mis bolsillos por instinto:
un billete sin fecha y sin picar,
tan sólo de ida, tiembla entre mis manos.
Estación de destino:
lo huero sin confín, ninguna parte.

3 comentarios:

Silvia Delgado dijo...

què tristìsimo este poema. Un viaje sin regreso. Ay, què triste.

ralero dijo...

Y no iniciado.

Andrea Breq dijo...

mmmmmm... Cuántas veces me tientan las ganas de rebuscar entre los bolsillos!
"Viaje de ida a ninguna parte" ...podría sonar prometedor de nada, por lo tanto esperanzador "del todo".
También puede oler a la tristeza de los adioses, y al moho de las ausencias, pero para eso eres poeta.

Beso namber chú ( tengo el inglés un poco oxidado ja)