lunes, 12 de julio de 2010

El rayo que no cesa


No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!

Miguel Hernández
¿No habrá de hacerse mi alma a la honda pena
De verse hasta los huesos despreciada
Y, ajena a la esperanza, desahuciada
Por tu alma generosa, limpia y buena?

¿No habrá de cesar nunca esta gangrena,
Herrumbre que en tu falta es dentellada
Tan huera y pertinaz que, despiadada,
Mudó sangre y ternura en hiel y arena?

La pena por tu falta es un martillo,
Dogal, crucifixión, rayo, cuchillo,
Punzón, lapidación, desmembramiento,

Ahogando, lacerando, devastando,
Quebrando, tritutando, disgregando,
Doliendo, por dolerme, hasta el aliento.

1 comentario:

enfrikitá totá dijo...

Es- pec- ta - cu- lar !!!!

¡ese torero, madre mía!

besos orejas y rabos