Callaban ciertas cosas. Temían compartir las confesiones Que por siempre estuvieron esperando, Tejer en derredor de los muñones Los muros de una cárcel amarilla, Cordón umbilical abierto al vuelo.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
3 comentarios:
Lo malo no es el color de los muros, si no el miedo a darse en la libertad.
Un beso
Miedo a que les una su propio miedo, el mismo miedo...
Un abrazo poeta, te echamos de menos ayer. Nos debes una visita, je, je, je...
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