
En la noche,
Tras ese instante leve
De estrellas secas alumbrando el sueño,
La sal se pega, adusta, a la retina,
Fundida al vaho que opaca los cristales.
Se apagan los latidos de la calle
Y, en la altura, el abismo, inmenso y frío,
Se tiñe de un naranja espeso y falso,
En tanto ni los perros ya se arriesgan
A hostigar los bozales del silencio.
El alma se sospecha abandonada;
Cansada de fingir su vasta duda,
Profiere la pregunta más temida,
En medio de una angosta mar sin ecos:
¿Esto era todo, el gran milagro, el verbo?
Las ruinas de Babel, cual soga, aguardan,
Armadas de una elipsis desmedida,
A asir entre sus garras la garganta
De un cántico que apenas fue un ensueño.
3 comentarios:
Bonito poema, con un halo de tristeza que emana de sus letras...
Por mucho estado de "civilización" del que hagamos gala, "El alma se sospecha abandonada" , aterida de frío humano...esperemos que esto no sea todo y hagamos un hueco siempre a la esperanza.
Besos, Poeta !
Publicar un comentario