Hay madrugadas en las que me siento
Igual que si estuviese despidiéndome,
Como si el nuevo día
Tuviese prisa y no fuese a esperarme.
Luego,
------------ cuando por el Este amanece,
Me adentro en los andenes en rüinas
Marchándome eternamente varado
Sobre el polvo de las sillas de plástico
Que agonizan en la sala de espera.
3 comentarios:
Me recuerda esa foto a las novelas de Emily Bronte...
Qué triste... te imagino en la madrugada... ais....
Besitos para toda la noche
Hay salas de espera y salas de espera...las de maternidad son ¿cómo decirte?¿la vida?
Hay madrugadas que son iguales a esa casa abandonada con los silencios-gritos de la nostalgia...
pero hay un lugar oculto en nosotros que podemos visitar y estar a gusto...habrìa que encontrarlo ya.
Un besote, Rafa.
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