En diciembre de 2005 escribí "Haikus de guerra y alguna esperanza", 20 poemitas de 3 versos y 17 sílabas a los que, pretenciosamente, denominé haikus y dejé desperdigados por esas redes de todos los demonios. Ayer una persona anónima me dejó un comentario contándome que uno de estos poemitas ha sido "usado como consigna en una vigilia por los niños violentados en las manifestaciones de Quito, Ecuador en octubre del 2019". ¿Se puede pedir más por parte de un poeta? Uno de mis "haikus" ha jugado el papel de granito de arena en la lucha justa y necesaria que libran los ninguneados, los que sufren, los 'nadies', que diría Galeano, contra sus opresores. Gracias, muchas gracias a esos luchadores, ya tengo mi 'premio' Cervantes, ya el hecho de dedicar parte de mi tiempo libre a escribir ha adquirido sentido. Suerte, mucha suerte al pueblo de Ecuador en su lucha. Y muchas gracias de nuevo.
1 comentario:
Felicidades, me alegro tanto como cuando te dio RENFE ese otro premio de haikus
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