Belinda y los cuervos

Han sido muchos años durante los cuales, más de uno nos habremos estado preguntando por el mejor modo de expresar de manera breve, ajustada, didáctica y sencilla, esa aparente, esa falsa paradoja por la cual, en este largo período de crisis económica —o, eufemismos al margen, estafa— que venimos padeciendo los pueblos del mundo hace más de una década, el número de millonarios y sus fortunas no ha dejado de crecer de manera exponencial, en tanto que la miseria ha ido extendiéndose como plaga en los barrios obreros y marginales de, entre otros muchos países, España. El mejor, con diferencia, lo encontré anoche viendo 'Belinda', esa magnífica película por la que Jane Wyman —muchos años después, la Angela Channing de Falcon Crest— recibió el premio de la Academia a la mejor actriz en el año 1948. En la misma, Black MacDonald —Charles Bickford—, padre de Belinda, comenta al Doctor Robert Richardson —Lew Ayres—: "A malas cosechas, peores cuervos". No creo que pueda llegarse a expresar mejor ni con mayor sencillez un asunto tan complejo.