miércoles, 26 de junio de 2013

Antropocentrismo


“...y es que de nada sirve, creo yo,
encender un Candil cuando no quieres ver.”

William Blake

Ciego más ciego no hay que aquel que, viendo,
aplica la mirada al propio ombligo,
creyéndose fiscal, juez y testigo,
altar, liturgia, dios y reverendo.

Y no hay sordo mayor que quien, oyendo,
no escucha a nadie más que a sí y, consigo
a solas, se cree rey siendo mendigo
silente consumido por su estruendo.

Cordero que se mira en el espejo
del agua pretendiéndose belleza,
comete, hermoso o feo, la torpeza
de, absorto, no cuidar de su pellejo.

Y si, por suerte, no lo mata el lobo,
Narciso, se ahogará en sí mismo, bobo.

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