lunes, 14 de marzo de 2011

La asuente (L)


los años van pasando
y llevo tanto ya sin ver tus ojos

no me han faltado es cierto
-nunca serían por muchas
suficientes-
de cuando en cuando algunas ocasiones

instantes esporádicos precarios
lacónicos vacíos
encuentros propiciados
por no sé qué motivos pero siempre
con esa sensación vacua de pérdida
de estando al fin contigo frente a frente
mirarte sin mirar sin ver tus ojos

nada hay que ciegue tanto como el cieno
paralizante y tóxico
de la desesperanza

3 comentarios:

Dafne dijo...

Creo que tienes razón,que la deseperanza, ciega,sin embargo no creo que los oftalmólogos curen de ella...debe ser esta una enfermedad del alma y sobre estos temas la medicina anda muy atrasada.
Besos!

Paloma Corrales dijo...

Es triste, demasiado, diría yo. Sin embargo creo que es la ausente más presente.

Beso, Rafa.

MaLena Ezcurra dijo...

Hay miradas que se llevan adheridas a la piel como aceite denso.


M.