sábado, 26 de febrero de 2011

Los invisibles


Las 8 menos 10 de la mañana
del día 17 de febrero
del año 2011. 6 grados sobre cero.
Bajo del autobús
junto a la Macarena,
y, tras cruzar la calle, me dirijo al Parlamento
de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Tirados en la acera,
igual que sucias bolsas de basura,
apuran las migajas de unos sueños
que no son más que carne de intemperie
helándose al relente del invierno.
Son los tristes desechos
deshechos de un sistema
que no da opción alguna al reciclaje
y no puede ocultar su podredumbre
por más tiempo debajo de la alfombra.
Pero eso poco importa;
las prisas que nos mueven
nos impiden,
junto a la insolidaria indiferencia,
apenas dedicar una mirada
a un hecho tan insólito:
que aún sigan respirando sus cadáveres.
Dentro de un par de horas, en la Cámara,
con oratoria hueca y chabacana,
vendrán a debatir sus señorías
acerca de la crisis, corruptelas,
lo mal que andan las Cajas, los recortes
a esto que alguien nombró, con poco acierto,
Estado -¡burla atroz!- del Bienestar,
y de la suciedad que hay en las calles.
Y, tras culpar de todo a sus contrarios
con ira y exabruptos afectados,
al fin de la sesión, codo con codo,
reirán a carcajadas consumiendo
cerveza, té o café, mientras, ya cómplices,
platican sobre el sexo de los ángeles.

7 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Duele este poema lúcido y brillante, y a quien no le duela está muerto.

Besote, Rafa.

Filoabpuerto dijo...

Cuentan que Diógenes caminaba por las calles de Atenas con una lámpara encendida a plena luz del día y Cuando alguien le preguntaba por qué hacía eso, él respondía que " estaba buscando un hombre honesto"

Ha pasado mucho tiempo y no sé si lo hallaría alguna vez, por ahí sigue "vagando", "errabundo"... el "pobre y despreciable cínico"

Extraordinario tu Invisibles,

¡no hay peor ciego que el que no quiere ver!

Abrazos, Rafa !

Merce

MaLena Ezcurra dijo...

Cada día hay más de ellos, y cada día nuestras anteojeras son más resistentes.

Me duele en el cuerpo cuando un semejante no tiene nada, ni siquiera una cama, ni siquiera agua, ni siquiera un sueño.


Dolorosas palabras, y ya no es sólo el sur, ya todo se tiñe de la mayor pobreza, la de la ilusión.


MaLena

Dafne dijo...

Ganas de vomitar da el sistema...cada ve hay más fuera de él..igual es la única manera de que desparezca
abrazos!

Alma naif dijo...

Duele, duele mucho!!!
Recuerdo hace un tiempo escribí sobre una situación similar...
Son cuadros que vemos a diario pero que los compradores de bellas obras no quieren comprar...
Pasan a su lado como si no valiera nada... Muy triste!!!!
Besos a tu alma noble!!!

rosa_desastre dijo...

La imagen del desconcierto. Dolor que (in)conscientemente nos obliga a mirar para otro lado.
Burla del progreso.
Pero todo va bien, va bien, va bien... para unos cuantos.
Un beso

Dolo dijo...

Sí, es sorprendente que respiren los cadáveres, que sigan vivos, que se aferren.
Lúcido, explícito, maravilloso poema.
Besos!