No puede tu silencio ser más claro,
Aun siendo en mis sentidos negro abismo
Que me hace, espectro ajeno de mí mismo,
Ser presa del más hondo desamparo.
Tu elipsis meridiana es un disparo,
Estrépito que me ata al ostracismo,
Sin que hayan redención ni un exorcismo
Capaces de ahuyentar el buitre avaro
Que hambriento anida en mí sin tu palabra.
Y ya sólo en la muerte, tan macabra,
Silente, irreversible y sin sentido,
Consigo imaginar un lenitivo
Posible frente al mudo y vasto estruendo
Que mi alma, sin tu voz, va derruyendo.
Aun siendo en mis sentidos negro abismo
Que me hace, espectro ajeno de mí mismo,
Ser presa del más hondo desamparo.
Tu elipsis meridiana es un disparo,
Estrépito que me ata al ostracismo,
Sin que hayan redención ni un exorcismo
Capaces de ahuyentar el buitre avaro
Que hambriento anida en mí sin tu palabra.
Y ya sólo en la muerte, tan macabra,
Silente, irreversible y sin sentido,
Consigo imaginar un lenitivo
Posible frente al mudo y vasto estruendo
Que mi alma, sin tu voz, va derruyendo.
3 comentarios:
Ay ese buitre de la hostia..!
Igual ahora este calorazo consigue con suerte desplumarlo un poquejo, jeje
El trazo fino y a mano alzada de este soneto me provoca envidia sana... porque lo que me enferma es la caló, eso creo :D
Impecable.
Un abrazo enorme.
Pd: Ahora no es buen tiempo para quesos, pero con la fresquita llegará.
Nada tan ensordecedor y abismal como el silencio...
Magistral soneto!
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