No es fácil pasar página,
cuando están sus renglones
colmados con la sangre de los muertos,
de los ajusticiados
por reclamar la libertad, las víctimas
y su exangüe memoria que, cual cómplices,
pretenden soterrar en el olvido
falaces amanuenses de la Historia.
No es justo pasar página
sin haberla limpiado de borrones,
de ignominias, mentiras,
de sórdidas mordazas.
Y aun así, aun llegando un día a pasarla,
jamás consentiremos arrancarla.
Fotografía: El Miliciano, de Robert Kappa.
5 comentarios:
Sí, antes de pasar página hay que lavar bien la sangre que dejaron los muertos...
Vaya...así se titula mi entrada en mi otro blog...la sintonía continúa."Que su nombre no se borre de la historia"
Un abrazo.
No sólo que no es justo pasar página, es casi imposible.
Un beso, Rafa...
No queremos ni podemos pasar página sin
"limpiar antes todos los borrones
de ignominias , mentiras,
de sórdidas mordazas."
Ninguno de los nombres de los caídos se borrará jamás de la memoria.
Solo podemos pasar páginas si guardamos bien el libro y volvemos a releerla con cuidado.
Besos
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