Henchido de esperanza en sus arpegios,soñó un sueño armonioso con María;
y eufórico otorgó un significado
mirífico a los versos que, inquietantes
y ambiguos, afirmaron que la vida
aun siendo un frenesí, no es más que un sueño;
al tiempo que, ya insomne, lamentaba
haber vuelto a sentirse igual que un muerto,
sin sueños ni el clamor de su eufonía.
3 comentarios:
Los dos andamos por los mismos caminos, haciéndonos pregentas similares y escuchando la respuesta de los versos.Un abrazo inmenso
Vivir sin sueños es vivir sin vivir; es seguir estando ya sin esperar.
Cómo entiendo esa sensación.
Besos, mi poeta
¿una ilusión... un frenesÍ? Una derrota, en fin
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