Una soga la higuera
La mandrágora el miedo
Los orines la náusea
Los espasmos las heces
La hiel las horas muertas.
La mandrágora el miedo
Los orines la náusea
Los espasmos las heces
La hiel las horas muertas.
Me arrastro ante el despertador,
como un gusano pidiendo clemencia.
Pero él sigue con su grito fiero,
implacable, impertérrito.
Dolo Vidosa
"Quiero decir contar
hasta dos o hasta cinco"
Mario Benedetti.
De noche alguna noche
Lo cierto es casi todas
Cuando lo acosa un sueño
Y estalla en aguijones
Que se hunden en las manos
Contra la espera el sexo
Y todo cubre en sangre
De vísceras picadas
De vómito insolente
Y en la náusea pervierte
Las mejillas los labios
La osamenta el aliento
De noche asqueado entonces
Impotente aterido
Atónito en su semen
De noche digo entonces
Si es que puede eludir
Ingerir los sedantes
Quiebra el bozal se arranca
La camisa de fuerzas
El nudo en la garganta
A golpes convulsiones
Zarpazos rasgaduras
Patadas dentelladas
Revienta los grilletes
Las manos desanuda
Las rejas despedaza
Y se abraza a lo cóncavo
Y se traga el espasmo
Y sin eco el jadeo
Y en su asfixia acolchada
Se demora su pecho
Y se muere se muere