La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
sábado, 20 de febrero de 2010
Nunca sueñes
Nunca me mires
Vuelve
La espalda a estos pingajos consumidos
Qué agónicos se asfixian
En lo cóncavo
Al grito desgarrado de este espejo
Arrítmico y reseco en su hemorragia
Muriendo sin
Tu luz tu voz
Muriendo.
Ya no me mires
Dime adiós nunca
Me sueñes
No sea que al soñarme al fin
Comprendas
Te envuelvan con sus fauces
Palpes sientas
Dolor llanto y zozobra
Náuseas miedo
Congoja abatimiento evanescencia
Las ansias la impotencia un mar rugiendo
Rompiéndote también también
Muriendo.
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3 comentarios:
No miro, no hay vuelta de página, hay libros cerrados, amurados en tiempo de descuento. No miro, ni atrás ni adelante si la añoranza le arrastra hacia el hueco que ha dejado su ausencia...
El dolor nace y se escurre entre los espacios, ha aflorado en cada verso, lo he visto tan de cerca...
Un abrazo pleno, y un placer acercarme a ti.
Me quedo, cerca...
A.
Ay Rafa…
Como para intentar (o pretender) soñarte después de estos versos. En Cuba dirían……¡Con esos truenos quién duerme! jaja
Me encantan.
Un beso
Que no te sueñe, siempre y cuando nos cuentes tus insomnios en verso.
Muchos besos, Rafa.
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