UN BUEN POEMA, para llegar a serlo, ha de brotar casi indefectiblemente del corazón herido, de una entraña arrítmica, de una víscera purulenta. No obstante, si, tras esas fértiles náuseas, el vómito no es pulido y tallado con el método y la precisión de un joyero, podrá poseer un sinfín de valores, pero, como poema, no pasará de ser, entre otros muchos, más que un vulgar diamante en bruto.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
3 comentarios:
Técnica y ¡¡chispa!!
Tú ves por qué no soy yo poeta: ¡hay que sufrir un "güevo"!
besillos
Hola Rafa! Exacto, sin corazón no hay poema (no necesariamente roto) y sin técnica tampoco.
Tienes ambas, poeta.
Beso. :)Reina
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