domingo, 10 de enero de 2010

Quilates



UN BUEN POEMA, para llegar a serlo, ha de brotar casi indefectiblemente del corazón herido, de una entraña arrítmica, de una víscera purulenta. No obstante, si, tras esas fértiles náuseas, el vómito no es pulido y tallado con el método y la precisión de un joyero, podrá poseer un sinfín de valores, pero, como poema, no pasará de ser, entre otros muchos, más que un vulgar diamante en bruto.

3 comentarios:

Dolo dijo...

Técnica y ¡¡chispa!!

Milena dijo...

Tú ves por qué no soy yo poeta: ¡hay que sufrir un "güevo"!

besillos

Anónimo dijo...

Hola Rafa! Exacto, sin corazón no hay poema (no necesariamente roto) y sin técnica tampoco.

Tienes ambas, poeta.

Beso. :)Reina