lunes, 17 de septiembre de 2007

Hilo

Desconozco el origen de este don misterioso
Para urdir la palabra,
Hilo oscuro que labra,
Sobre el telar de un recuerdo espantoso,

Luminosos poemas, bello canto.
Desconozco, por tanto,
Si el germen que lo inspira
Es la luz de una musa o de un dios que me mira

Piadoso. Cuanto tiempo me dará compañía,
Aliviando en su aliento
La angustia que en mitad del pecho siento,

No lo sé. Pero de noche y de día,
En plegaria encendida,
Ruego siga este don que me amarra a la vida.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo te deso que lo conserves toda la vida, don magico que hay que trabajarlo de forma diaria, merecerlo en sufrimiento como mujer paridora...
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Seguirá.

Muy hermoso.

Besos Rafa. :)

Anónimo dijo...

Ay, Rafa, en esa plegaria estamos todos los que, misteriosamente, escribimos.

Me apunto a este ruego y lo hago mío, pues también a mí, me ata a la vida...

Abrazos

Anónimo dijo...

buen blog me gusto
mucho
saludos
desde mi rincon
aDIOS

Anónimo dijo...

Se nota ese amarre, Rafa. Y lo mismo "para un roto que para un descosido" (no literal, eh !!!). Poemas, relatos, artículos... Me pido ese dios con "d" minúscula de inspiraciones mayúsculas.

Un beso.

Anónimo dijo...

Gracias por vuestros vuenos deseos, por vuestros ánimos y vuestros piropos, prometeo, mamen, trini, matías, viento. A vosotros también os asiste ese don.

Bienvenido, Matías.

Abrazos.

Anónimo dijo...

¡Coño! mira que colarse un "vueno". Bueno, bueno, bueno...