Después de tantos años
escribiendo poesía
tengo la sensación
de haber perdido el tiempo,
de no haber aportado
nada nuevo, ni un verso,
una idea, una imagen
con algo de interés
para el mundo poético.
Tampoco me ha valido
de nada la poesía.
Estoy tocando fondo.
Tal vez llegó el momento de dejarlo.
4 comentarios:
Que vá, Qué va, lo que pasa es que te mueves en un ámbito no público. Y público tiene como una de sus derivaciones una de tus oportunidades: Publicar mediante micromecenazgo
Creo que es una actitud realista y positiva que no tiene por qué llevarnos al victimismo o al conformismo... En algún momento debemos partir de esa premisa para interpelarnos y fundamentarnos. En el fondo sólo cuentan esos momentos de inspiración que nos asoman a la ventana de un tenue placer, y que, inútilmente, deseamos rescatar del olvido. Después debemos cuestionarnos a todas horas (la obra no es algo muerto, es algo vivo que está en constante fluctuación y cambio). En todo caso, con el micromecenazgo te van a leer los que ya te leían; a mi entender, bajo un denostado cariz comercial. Tal vez publicar en webs abiertas (sin pretender demasiado), pues ya sabemos que la poesía se lee poco y se lee mal. Eso sí, bajar un pdf de tu autoría sería un buen comienzo.
Cuando escribí este texto, en ningún momento tuve en mente el hecho de publicar o no hacerlo. No diré que es algo que me la pela, pero casi. Hablo de otras cosas. De la mediocridad. Y de la inutilidad.
Soy del mismo parecer... La mediocridad y la inutilidad son el punto de partida hacia la grandiosidad necesaria e igualmente inútil.
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