No me convoquen más
a hipócritas minutos de silencio
por los empobrecidos,
por los niños del hambre
y la guerra,
los seres
humanos que perecen
bajo las aguas frías
del mar o en las fronteras
tratando de escapar de la metralla,
la miseria,
las zarpas
de tiranos y dioses
de la ira y la codicia.
No me convoquen más, no me convoquen,
¡ya basta de silencios
cómplices y cobardes!
Convóquenme, convoquen
a miles, a millones,
a miles de millones
de seres a un minuto
de alaridos y llanto,
a una hora de repulsa,
a días, meses, años
de rebelión y rabia.
Allí estaré con todos.
Con todos hasta el fin aunque albergase
la duda razonable
cercana a la certeza
de que tampoco habría
de servir para nada.
Pero no me convoquen,
no me convoquen más, no me convoquen
a la farsa, el sainete
ignominioso y cómplice
de guardar otro hipócrita
minuto de silencio.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Pues si, es publicidad engañosa que olividan los políticos al sentarse de nuevo en sus despachos
Publicar un comentario