Las colinas que rodean las ciudades albergan urbanizaciones para gentes ricas… Beverly Hill, Bel Air,… que son los espacios más vigilados por kilómetro cuadrado… miles de elegantes casas blancas se encaraman a sus laderas… Desde lejos se contempla su firmamento de luces nocturnas y la deslumbrante alfombra de luces que sube y baja por una carreterita sin aceras…
Las casas se adivinan, sin verlas, detrás de altos muros y la espesa frondosidad de sus jardines. No hay el menor movimiento. No hay el menor ruido, salvo el blando murmullo de los neumáticos… Junto a la verja de hierro de cada casa, un buzón blanco con marco dorado o plateado, da cuenta del nombre de la familia propietaria… Las casas tienen cuidados céspedes delanteros con plantíos de coloristas flores, y un aspecto alegre por sus paredes de tonos pasteles o encaladas…
En las cimas de las colinas predominan las mansiones, grandes moles de piedra de estilo colonial, con gruesas columnas, buhardillas afrancesadas, miradores, decenas de habitaciones,…Tienen a la entrada una zona de estacionamiento circular donde aparcan los negros acorazados o las limousines de los patriarcas junto con los diminutos coches deportivos o coupés descapotables de su prole… Las piscinas tienen luces submarinas, y a su alrededor hay duchas y alfombras de césped cuidadosamente recortado, con hamacas, tumbonas y mesas bajas cubiertas por parasoles multicolores…
(¢) Carlos Parejo Delgado
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