domingo, 20 de mayo de 2012

Alegoría


(coto privado de pesca)

Con fuerza tiran del sedal,
debilitando al pez, ahogándolo.
Pero el sedal se tensa,
se fatiga hasta el punto
que amenaza romperse
liberando a su presa.
En ese instante aflojan,
e, ilusamente, el pez
se siente libre, fuerte
como si nunca hubiese
picado en el anzuelo, y se confía.
Con fuerza tiran del sedal,
debilitando al pez, ahogándolo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Haces que me sienta un pez