sábado, 30 de octubre de 2010

Musca domestica

A Yini


Soy una mosca cojonera,
estado evolutivo superior
de la naturaleza humana,
no por inteligente, hermosa o fuerte,
sino por pretender que en este mundo
imperen la igualdad y la justicia
y vuelva a florecer la primavera.
Acudo pertinaz adonde está la mierda
que, envueltos en falaces oropeles,
habitan los parásitos que rigen
el caos, la destrucción y el latrocinio,
y viven de chuparnos el aliento,
la sangre y el mañana.
Mi vuelo es torpe y lento como pocos,
carezco de defensas o veneno,
y puedo ser molida de un zarpazo
igual de fácilmente que se aplasta
a un niño a golpes de hambre y de malaria,
a un pueblo por la fuerza de las armas,
la mísera morada de los pobres
o el bosque que mordió la motosierra.
Mas un fénix robusto e imparable
habita en lo más hondo de las causas
que engendran mi aleteo,
haciéndome inmortal por muchos golpes,
por muchas dentelladas en el cuello
que puedan asestarme los vampiros.
Soy roja, verde, blanca,
translúcida, violeta,
contraste indispensable frente al negro
poder de la avaricia y los guerreros.
Soy una puta mosca cojonera,
¡temblad, temblad, temblad, temblad, bastardos!
que ya vuelvo a elevarme por los aires
mostrando que es posible la esperanza.

4 comentarios:

Prometeo dijo...

Democracia, gobierno de la mayoria. Millones de moscas no pueden equivocarse: ¡Comed mierda!
Un abarzo y muy buen poema con imagenes muy sugerente.

Reina dijo...

Muy buen poema, Rafa y cuánta verdad encierra.

Me gusta cómo transmites la basura y la falta de escrúpulos en la que vivimos (tratando de ignorarlo demasiadas veces).

Besos, poeta

Milena dijo...

Estupendo!
Hay que seguir siendo putas moscas cojoneras y no olvidar que la suma de muchos peces pequeños pueden devorar a un tiburón


Besotes

Dolo dijo...

¡¡Me encanta ese final esperanzado!! (Y también me encantan las moscas cojoneras...)