lunes, 18 de diciembre de 2017

Aún peor que el criminal, las masas que lo apoyan


Maltratadores, violadores, evasores y elusores fiscales, borrachos como cubas al volante, pederastas y casi todos los etcéteras que se nos puedan llegar a ocurrir, apoyados y hasta jaleados por los elementos más zorrocotrocos, insensibles y catetos de los pueblos de España. Eso sí, un apoyo que sólo acontece en los casos en los que los criminales, da igual si presuntos o confesos, forman parte de esa clase sin clase constituida por los pudientes o el famoseo de altos vuelos o local. Y, la palma, para los pateacueros patrios -ya oriundos, ya foráneos-, desde los más laureados a los de poca monta. Con el fútbol y sus abominables sectas hemos topado, compañeras. España, verdaderamente, es repugnante. Orgulloso de ser Español. A por ellos, que han sido empobrecidos y carecen de armas con las que defenderse; a por ellas, que van en todo momento calentándonos la bragueta y no son más que unas guarras casquivanas.

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