En este mundo de mierda que nos ha tocado en puñetera mala suerte, cualquiera que, vía cualquier medio de comunicación, se manifieste en contra de alguna de las muchas masacres bélicas perpetradas casi sin solución de continuidad por el Imperio como instrumento para la neocolonización y la rapiña, tiene muchas posibilidades de entrar a formar parte de una o varias de las listas de terroristas de las elaboradas por las muchas agencias oficiales de inteligencia terrorista asentadas en las más nauseabundas cloacas del sistema de los estados afines a las mafias económicas que mueven los hilos del imperialismo. Pero si usted es uno de esos bastardos cuyo negocio es proporcionar armas a aquellos que de un modo u otro viven dedicados a sembrar el terror, la metralla y la muerte entre los pueblos del mundo… Entonces, si usted es una de esas alimañas, uno de esos criminales, lo denominarán patriota. Y puede que hasta le concedan alguna que otra medalla. O el Nobel de la Paz.
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