La línea que separa
el amor del desprecio
es delgada y se ubica
en vaguadas comidas
por el cardo y la niebla.
el amor del desprecio
es delgada y se ubica
en vaguadas comidas
por el cardo y la niebla.
(El odio es otra cosa,
sentimiento elevado
como el vuelo del águila,
y diáfano y firme
como el diamante, ajeno
al corazón espino
sin luz de los mortales).
sentimiento elevado
como el vuelo del águila,
y diáfano y firme
como el diamante, ajeno
al corazón espino
sin luz de los mortales).
Hay que usar el oído
a fin de retrasar
lo infalible: quedar
a merced de la araña
que urdió las alambradas
a fin de retrasar
lo infalible: quedar
a merced de la araña
que urdió las alambradas
(cuando olvide tu voz,
será el tiempo sin tiempo
de renunciar por siempre
al amor propio, el tiempo
de inmolarse al silencio).
será el tiempo sin tiempo
de renunciar por siempre
al amor propio, el tiempo
de inmolarse al silencio).
1 comentario:
Hay amores más petinaces que el odio...y siempre queda la esperanza
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