(o de los talibanes patrios)
Tiran piedra tras piedra
sin esconder apenas
la mano y presumiendo
incluso de haber sido
el primus inter pares.
Y se absuelven más tarde
los unos a los otros
sin que haya de por medio
examen de conciencia,
dolor de los cojones,
propósito de enmienda
ni justa penitencia.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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