martes, 14 de octubre de 2008


La vida es un puñado de cenizas
Qué, gélidas, se agostan en el viento.

No,
Nunca un dios, en sus manos, tomó el barro
Para darle de un soplo un alma eterna
Como respuesta al miedo, la incertidumbre, el llanto,
Las noches de dolor y la amargura
Del mundo, en las costillas de los sueños,
Golpeando con violencia desmedida.

No,
Nunca hubo un dios, jamás hubo un origen
Y nunca habrá un destino
Que otorguen un porqué a nuestra existencia.

Así, no es la esperanza
Más que una atroz y estúpida quimera,
Estafa indecorosa que asumimos
Por no ser devorados de tristeza.

Perdida, por lo tanto, la ilusión,
Y habiéndole arrancado a la entelequia
Su cómico disfraz de inútil utopía,
A qué seguir viviendo en la apariencia,
Por qué fingir al alba una sonrisa
Si campa un negro espanto en las entrañas,
Creciendo cada nueva amanecida.

No,
Que nadie venga a dar buenos consejos
De cómo he de asumir tanta congoja:
La vida es un relámpago en la noche
Que nunca iluminó mi hastiada vista,
Y yo inmundo despojo de un cadáver
Que ya no es bienvenido ni en las sombras.

5 comentarios:

musgo dijo...

leerte y saber que le das sepultura a tus palabras consigue que sigua visitandote.

Curioso.


Un abrazo Rafa, me olvidé de nuevo la corona de flores.

Manuel Rubiales dijo...

En fin, poeta, qué estamos irremediablemente solos... qué puñetera desolación, joder, y ahí afuera, más allá de la tierra que cubre nuestras tumbas, los mortales continuan hablando de crisis... ¡Serán cretinos...! Tanto afan para nada, tanta labor estéril, al final, ni eco, ni sombra, ni aliento... Solamente soledad.

Anónimo dijo...

jo, cómo está el patio... bueno, silencio, creo que lo mejor es que me de media vuelta, diga (porque lo pienso) que el poema es magnífico, y mutis por el foro...
Besos con permiso

Anónimo dijo...

Creí que habías caído en el abismo del silencio y te encuentro, caro amigo mío, empujado por el verbo, llevado en volandas por soflamas y versos.
UN ABRAZO

Amaterasu dijo...

Me encanta. Como siempre. Pero un poco más ;) por cierto, sé que no viene a cuento, pero hubiera sido curioso haberte conocido en la época del Romanticismo. Un beso rafa!