viernes, 23 de marzo de 2018

Barra libre


Durante varias décadas
la fuimos consumiendo sin medida,
con ansia, a grandes tragos
—oh, cuán embriagadora
y dulce democracia Gran Reserva.
Hoy caemos en la cuenta
de que nos estafaron
y no era más que un caldo de garrafa.
Qué dura y nauseabunda la resaca.

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