jueves, 15 de febrero de 2018

Brainstorming


Aquella tarde, en un contexto
dirigido, según le comentaron,
a buscar soluciones a un problema
de carácter político
atinente al sector agropecuario,
fue invitado a asistir
a una sesión de brainstorming.
Tras haber dedicado
la vida entera a su ganado,
lo cierto es que la lengua
de William Shakespeare le era
ajena por completo, y acudió
a la cita sin la menor idea
de en qué podía consistir aquello.
No tardó demasiado en descubrirlo.
"¡Menuda tempestad,
vaya un diluvio de gilipolleces!"
—les comentó a sus cabras,
la mañana siguiente.

1 comentario:

Carlos dijo...

¿Y los cabrones humanos, qué ?