miércoles, 3 de julio de 2013

Confecup (Agustín Casado)

Se coja como se coja
es el fútbol cosa extraña.
A mí casi se me antoja
que sustancia afrodisíaca.
La noche que ganó España,
la noche sudafricana,
esa cosa siempre floja
tornose de pronto estaca,
mismamente una cucaña.
Y se dio la paradoja
de que a la otra mañana
la buena señora Paca
no se muestra tan huraña
y hasta canta por Pantoja.
Recordando se sonroja
que allí mismo, en la butaca,
con un furor que era saña,
sin quitarse ni la roja,
su Paco, que no destaca
ya desde Maricastaña
por lo mucho que galopa,
se le importa todo un brete,
y como Iniesta la mete,
como Casillas la saca,
y sin flores ni artimañas,
con el fútbol viento en popa,
cabalgó otra vez su jaca.
Ante sorpresa tamaña
nuestra Paca se descoca,
bendice aquel Waka-Waka
y desde las espadañas
de Sudáfrica hasta Europa
repicando las campanas
que esa vez sí hubo baraka,
el fútbol logró la hazaña.
Ni la sopa, ni la mopa,
ni el planchado de la ropa
hoy le pesan tanto a Paca.
Ni la pesa esa migraña
de así alzar tanto la copa,
qué bonita esta resaca.
No ganó tan sólo España:
“¡Pacoooo,
¿cuándo es otra vez la copa?!”
¡Ha ganado el tiqui-taca!

Y ahora, tres años después,
con rimel en las pestañas,
se ha quitado el boatiné,
y ahí tenemos a la Paca
peinadita con su laca,
con su bata de lamé,
y eso sí, con su corsé
que dice la hace más flaca,
su bandera y su carraca,
preparando canapés,
enfriando un buen cuvé,
y soñando hoy otra vez
con una noche de traca.
Shakira aunque un poco vaca
pa’su Paco, su Piqué,
bebiendo como cosaca,
amando sobre la hamaca,
rodando por el parqué
hasta ver amanecer
entre copa y metisaca.
“Esta noche me caen tres”,
se relame bocacabra.
“Yo seré tu Carbonero
y tú, Paco, mi portero”
Y a los dos minutos Fred
va y nos enchufa el primero.
“¡Por los chicos del marqués!”,
-la pobre debe creer
que los nuestros son los negros-
y empieza a quedarse en cueros
montando su cabaré.
“¿No tienes nada que hacer?
Vete a ver el Salvamé
en el cuarto costurero”
corta Paco, gesto austero,
justo cuando el del tupé
fusila al de Carbonero.
“¿Pero ése no es culé?
Paco, yo es que no me entero”.
Y como no hay dos sin tres,
el Fred que moja otra vez
colocando el tres a cero,
que puestos a no meter
mientras sale alcanza a ver
cómo el Ramos puñetero
con su penalty fané
casi mata a un reportero.
Depilado brasilero
-lástimita de parné-
que ya no verá el bidé,
sin tocar los canapés,
en el frigo el freixenet,
las banderas por el suelo
y hasta arriba el cenicero,
va la Paca en boatiné
los garbanzos a poner
en remojo cuando ve
a Paco haciendo pucheros.


Texto e ilustración: Agustín Casado

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