¡Amor es resucitar!
Dulce María Loynaz
(como dos mantis
en devoción pagana
festín de arcángeles
herética agonía
que al saltar se hace Fénix)
gimiendo
desnacer
para olvidar la herrumbre
de un periplo en el aire
uniendo alas y labios
saciarse de aguas trémulas
en la fuente de luz
que encajada en las sombras
de ascuas tiñe el deseo
y abismarse en la hondura
del prolífico surco
que alza en fruto esa asfixia
que se alienta expirando
1 comentario:
(...) "que se alienta expirando" buen final y mejor oxímoron, sí señor.
Más besos.
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