En Huelva ("¡Que se los lleven ya adonde sea! A Nerva, el Sáhara Occidental, la Cochinchina..."), a la par que exigimos con inusitada vehemencia que se dé una solución satisfactoria al problema de los fosfoyesos, por la acción de unos puercos y la omisión e indolencia de las autoridades "competentes", damos lugar a situaciones como las de la fotografía. Y como ocurre con los descomunales montones de mierda que nos ha dejado Fertiberia, ni el Ayuntamiento ni ninguna otra administración mueve uno solo de sus anquilosados dedos, primero para evitar semejantes barrabasadas, ni una vez que que han sido perpetradas, para hacer limpieza. Así somos de pulcros y coherentes. Orgulloso de ser onubense. De la caza, los toros, las vírgenes en procesión y los futbolistas a sueldo del Consistorio. Y de la mierda por doquier. En fin, lo nuestro. ¡Güerva, Güerva, Güerva, Güerva! ¡Viva el Recre! ¡Y nuestros aseados y bien perfumados munícipes (equipo de gobierno y oposición), con el Alcalde a la cabeza! Tenemos fosfoyesos para rato.
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