Las españolas, que somos sentimientos y tenemos seres humanos y queremos que sea la vecina la que elige a los alcaldos, estamos sometidas desde hace tiempo a una ignominiosa suerte de saqueo permanente revisable por parte de unos politicastros ineptos y corruptos empeñados en hacer todo lo que pueden y un poco más de lo que pueden, si es que eso es posible, y todo lo posible e incluso lo imposible, si es que lo imposible es posible, por chupar el sexo a los sifilíticos capos y capas de las mafias del totalitarismo financiero. Podrán venir a contarnos el cuento de que cuanto peor, mejor para todos, y cuanto peor para todos, mejor -mejor para mí, el suyo, beneficio político-, pero lo cierto es que yo ya me sé todos los cuentos y no quiero que me duerman más con cuentos ni eufemismos como el de vendernos la moto de las bondades del saqueo permanente revisable. Porque este, hasta en modo de simulación y en diferido, si no lo es ya, va camino de ser toda una cadena perpetua atándonos en corto a la miseria y yo para ser feliz quiero un camión y no una motocicleta ni una camiseta que tenga el número cien. Y, claro, una cosa es ser gilipollas, y otra es serlo a cambio de nada. it's very difficult todo esto.
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