si no abate murallas ni hace frente un instante
al cáustico turbión que muda estériles
los sueños de los hombres.
De qué sirve el poeta,
más allá de su ombligo y de sus miedos,
si no es germen su rabia de esperanzas
ni puede dar sentido –aunque sea falso-
al amor ni a la muerte.
Ilustración: Marina Abramovic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario