martes, 4 de diciembre de 2012

El vello y la bestia


Aferra entre tus zarpas mis cabellos
y múdame sin más tu bello púbico.
Es posible. Recuerda que en la noche
-como su propio nombre indica- todos

los leopardos son pardos,
y piensa que si un éxtasis brutal
te empuja a dar la luz con la intención
de hacer mediante reflex digital,
eternos los momentos de mi metamorfosis,
Adobe Photoshop hace milagros.

1 comentario:

ralero dijo...

En ocasiones las musas adoptan extrañas vestiduras. La que inspiró este poema llegó ataviada de falta de ortografía. Y lo hizo de la mano de varios poemas presentados a un certamen poético del que, dada la escasa calidad de una buena parte de las obras a concurso, tuve el infortunio de ser jurado.