viernes, 23 de febrero de 2007

A destiempo


Cuando, tras años y más años de peregrinaje, alcanzó al fin el mar, lo encontró desierto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque no miró bien, porque no le levantó las faldas al mar, porque no se zambulló, porque no probó dos tragos seguidos de agua sin respirar, porque no siguió a las gaviotas que perseguían sirenas, porque no cantó con ellas, porque no conoció a Alberti ni a Jack Sparrow. Proque no miró desde la Caleta.
Besos salados. Islamaría

Anónimo dijo...

Si hubiera sido precavido durante ese peregrinaje se hubiera llevado en la mochila una caracola para acercarla al oido en momentos de desesperanza. Aunque, a veces, el mar parezca desierto a poco que te acerques a la orilla descubres el rumor de mil leyendas y el eco de todas las vidas, de todos los tiempos.
Cervecita y cangrejitos moros

Anónimo dijo...

Porque de tanto caminar, de tanto buscar algo que desconocía... se perdió en sí mismo y, cuando llegó al mar... esa inmensidad indescifrable... no pudo reconocer a la brisa -que traía sones de otras tierras-, fue incapaz de oír el ruido incesante y eterno de las olas, de oler la yodada sal que se le pegó como una costra al cuerpo, de intuir que el mar era la génesis de la vida, de ... reconocerse en él, como una parte más de la química que hace posible nuestra existencia...
No era que el mar estuviera desierto. Era que..., de tanto buscar respuestas donde afianzar la vida, había perdido la capacidad de ver los estigmas que la explican en la sencillez de lo que nos rodea.
BESOS

Anónimo dijo...

Decir algo guay del Paraguay está difícil con la panda gente guapa que sois. Pero soy atrevida y aunque me rompa los cuernos, que me los rompí unas cuantas veces, allá que me lanzo al agua -y sin saber nadar-: Nunca es tarde, salvo que ya estés muerto y el viajero no lo está, porque por fin llegó, por fin escaló otro nivel del camino ¿que pudo ser antes? y ¿cómo hubiera llegado? Demos por buena todas las experiencias, entre otras cosas por que son inamovibles. Besos madrileños. PAQUITA

En cuanto al tema de la foto que acompaña siempre al comentario ... ni idea, sólo sé que todos los que cuelgan una imagen se ven acompañados por ella siempre que intervienen. Más besos.

Anónimo dijo...

¿Y no sería porque en su caminar se pasó gepeésicamente tres pueblos y, en vez de terminar en Compostela tocándole a la mole su espalda, como meta de todo -y de todos los peregrinos con cuaderno-,nuestro peregrino de marras no se percató de que aquellas luces que hubo dejado dos pueblos atrás era Santiago, y por eso terminó su periplo en Muxia?... Y claro, allí la mar estaba vacía. ¿Vacía?, No, desierta, solitaria, desolada. ¡Cualquiera se bañaba en Muxía con lo que se estaba vertiendo!

A otros senderistas que tambien deambulaban, ora al sur, por la ruta verde del litoral andaluz, les pasó lo mismo al llegar a la playa de Getares, a escasos doscientos metros de Algeciras. Allí también hallaron los caminantes verdes la mar vacía, y profundamente negra, como la esperanza de vida en el campo de Gibraltar, por no hablar de las de las marismas achicharradas del Tinto, y del Odiel, o ni siquiera, de Fertiberia-Huelva y sus radiactivos fosfoyesos.
FOFOBESOS, Rafa. (Sin "s" intercalada. O sea, como quien dice: GABIBESOS)
¿Cómo están ustedes?...
- Contaminated.
(...To be continued...)
...¿Hasta cuándo?

Anónimo dijo...

Jo!, lo que da de sí un microrrelato. Abrazos para todos.