En este país de todos los demonios, los más vehementes defensores de la pena de muerte y la cadena perpetua como garantías de una verdadera y más eficaz justicia, suelen ser los mismos que se han negado desde siempre a que sean juzgados los crímenes del franquismo.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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